En la Catedral Basílica se celebró la misa al cumplirse un año de la beatificación de nuestro Beato Pedro Ortíz de Zárate y compañeros mártires que coincidió con la Fiesta de Santo Tomas.

La misma estuvo concelebrada por los presbíteros Manuel Alfaro, Roberto Mamani (franciscano), Marcelo Valdivia, Mario Valdivia, Matías Romero, y también acompañaron los seminaristas de la diócesis.
En su homilía, Mons. Fernández hablo de la centralidad de la fe, diciendo que «nuestro padres, abuelos, nos tomaron de la mano de Dios, nos han regalado el sentido de la vida que hemos percibido a través de la fe».
«Una fe que en primer lugar debemos agradecer y en segundo lugar pedir que estructure nuestra vida, con coherencia, que no sea solo un ratito en nuestro día sino que la fe lleve nuestra vida desde que amanecemos hasta el final del dia».
«Este fe ha sido tan fuerte en los Mártires del Zenta que ha sido capaz de dar la vida. Un fe que en Pedro Ortiz de Zarate supo transmitir al pueblo de Dios, una fe que lo hacia capaz entregarse generosamente a los demás, aun sabiendo lo que podía traer consigo la misión que imaginaba entre los indios tobas».
Y finalizo contando que «Pedro Ortíz de Zárate, a sus 60 años ya sabía que solo quedaba entregar su vida, era consciente que podía afrontar el martirio, porque la fe le hizo estar convencido que Dios no lo iba a abandonar, y que aún perdiendo esta vida, quería conservar y ganar la vida eterna».



























